¿QUÉ ENSEÑAMOS SOBRE EL PROPIO CUERPO?

Muchas generaciones de profesores hemos sido formados pensando que la EF es “puro” movimiento… que el niño conoce su cuerpo como consecuencia de ese movimiento…

Nos preguntamos: ¿sólo por moverse lo “conocen”?

¿Tenemos que poner el foco, nuestra intencionalidad, para enseñar algo?
Si fuera así, ¿qué enseñar?, ¿cómo hacerlo…?
¿Tenemos que enseñar algo sobre el cuidado?
¿Cuidarse también es tener una visión crítica de los mensajes culturales sobre el cuerpo?

El propio cuerpo se conoce

  • En acción

  • En quietud

  • Centrando la atención

  • Con reflexión

Para eso hay que enseñar a

  • Poner atención

  • Concentrarse en sí mismos

  • Registrar sensaciones, el espacio que ocupa

  • Observar

  • Memorizar

  • Nombrar correctamente

¿QUÉ HACER?

  • Recurrir a consignas especificas durante todo tipo de propuestas que los ayuden a prestar atención a su propio cuerpo, a la calidad del movimiento, al espacio o al tiempo del propio cuerpo.

  • Ayudarlo a explorar y a tomar conciencia de las posibilidades y dificultades para la acción, para que se sienta seguro, adquiera confianza para enfrentar los desafíos, con permiso para equivocarse, para pedir ayuda, y sin arriesgarse si lo considera peligroso.

  • Proponerle un registro del propio cuerpo y el del compañero: de sus partes, de las posibilidades de movimiento, de las posturas, de los movimientos realizados. Y comparar esos registros con información “objetiva” (material visual: dibujo del contorno de la mano, del cuerpo en distintas posiciones, fotos, videos, radiografías).

  • Desafiarlo con la mayor variedad de situaciones de juego y de resolución de problemas de movimiento, que lo entusiasmen, que lo ayuden a comunicarse con otros, a expresarse, a saber más de sí.

También está bueno que sepan que en distintas épocas, en otros lugares del mundo, en diversas culturas, se definen diferentes “modelos” de cuerpo, de belleza.

Por lo tanto, diferentes formas de aprobación -o reprobación– de rasgos que definen la apariencia corporal (volumen, color, intervenciones como tatuajes o piercing, vestimenta, etc)

QUIZÁS…

… un cuerpo sentido, conocido y querido sea necesario para fundar una autoestima desde la que cada uno pueda analizar críticamente (es decir no considerar como “únicos válidos”) esos mensajes circulantes de la época y la cultura que les toque vivir.